El presente blog está dedicado a la figura de Gaius Iulius Caesar, el romano más grande de todos los tiempos, así como al concurso sobre su figura que se realiza anualmente en el Colegio Sagrada Familia PJO de Valencia entre mis alumnos de ESO. También me sirve como medio de expresión y comunicación con mis alumnos y mis compañeros de Historia, de Clásicas, de Ludi Saguntini,de Prosopon, de Chiron y de cualquier curioso que se quiera acercar. Mi nombre es Txema Gil. Sed bienvenidos.

martes, octubre 03, 2006

César versus Ariovisto



El eco de la victoria del Gran Julio César, hizo llegar al campamento romano un aluvión de peticiones de ayuda de diferentes tribus galas que se veían amenazadas por Ariovisto. César, le pidió una entrevista tratándole con sumo miramiento y delicadeza, pues los optimates, para evitar que César se enfrentara a él y adquiriera aún más gloria, declararon al germano Ariovisto amigo y aliado del Senado de Roma. Este nombramiento hizo de Ariovisto un personaje intocable para César si no quería ser procesado al volver a Roma por desobedecer al Senado. Pero Ariovisto renunció a esa entrevista aludiendo que si César quería algo de él, que fuera a donde él estaba, que él no quería ni necesitaba nada de los romanos. César, a pesar de la soberbia del germano, solicitó por emisarios que le enviaba, que no trajera más guerreros germanos a la Galia y que devolviera los rehenes que había tomado. La respuesta de Ariovisto fue un rechazo en toda regla y le invitó a atacarle si se atrevía:

“ Atácame y conocerás el valor de un pueblo que hace catorce años que no duerme bajo techo ”


Ariovisto pretendía tomar la ciudad de Vesontio (actual Besançon). César se adelanta y la toma antes que el germano. Ariovisto no tuvo más remedio que retroceder hacia el río Rhin. Pero los legionarios refugiados en la recién tomada ciudad, comenzaron a creer las terribles historias que contaban los galos de la ciudad sobre los terribles guerreros germanos y hubo un amago de motín. César, soltó una arenga a sus tropas.

Les convenció de que los germanos eran batibles y les preparó para la batalla. En siete días se presentó en la orilla del Rhin, frente a las tropas de Ariovisto. Entonces sí que se produjo la entrevista entre ambos líderes, en la que ni siquiera llegaron a descabalgar de sus monturas (el caballo de César se llamaba Genitor que significa “el creador”) y en la que no se llegó a ningún acuerdo. Era evidente que las armas decidirían ese conflicto.

La batalla de los Vosgos se produjo el 10 de septiembre del 58 a.C., y fue una nueva victoria aplastante para los romanos.



Dibujo de la situación de las tropas de César y Ariovisto en los Vosgos.

Los que no murieron en la batalla, murieron en su fuga ahogados en las aguas del Rhin. El propio Ariovisto, malherido, consiguió atravesar en una canoa el río. Nunca más se supo de él y suponemos que murió poco después por las heridas de esta terrible batalla.

Acabadas estas campañas del año 58 a.C., César acuarteló sus legiones para pasar el invierno en el país de los eduos y las dejó al mando de su mejor lugarteniente, Tito Labieno. Mientras él, regresaba a la Galia Cisalpina para controlar lo que pasaba en Roma, esperando la llegada del buen tiempo y poder seguir con sus campañas.


El legado Titus Labienus.

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