El presente blog está dedicado a la figura de Gaius Iulius Caesar, el romano más grande de todos los tiempos, así como al concurso sobre su figura que se realiza anualmente en el Colegio Sagrada Familia PJO de Valencia entre mis alumnos de ESO. También me sirve como medio de expresión y comunicación con mis alumnos y mis compañeros de Historia, de Clásicas, de Ludi Saguntini,de Prosopon, de Chiron y de cualquier curioso que se quiera acercar. Mi nombre es Txema Gil. Sed bienvenidos.

viernes, octubre 31, 2008

El Ejército Romano II (primera parte). Tercera sesión del Proyecto Alesia 2009




EL EJÉRCITO EN LA ÉPOCA REPUBLICANA: LA REFORMA DE MARIO.

RESUMEN DE LA SESIÓN A CARGO DE TAJ.

En esta nueva sesión impartida por Alejandro Noguera sobre el ejército romano, vamos a hablar sobre la reforma de Cayo Mario y sus consecuencias. Para ello, situémonos unos años antes de que esto ocurriera, finales del siglo II a.C. y principios del siglo I a.C. Una época de reivindicaciones, revoluciones y reformas dentro, tanto de la sociedad, como en el ejército romano, que apenas un siglo después desembocaría en el nacimiento del Imperio.

Los pueblos cercanos a Roma presionan incesantemente, sobretodo los germanos y galos. Los Teutones y Cimbros migran totalmente desde la actual Dinamarca por lo que se cree, fue un gran maremoto que destrozó gran parte de sus tierras. Lo hacen hacia el sur, empujando a las tribus germanas hacia el Rin. Las trifulcas entre estos y los romanos aumentaron, y desembocó en una serie de batallas, de las que Norella (113 a.C) y Arausio (105 a.C) fueron las más importantes, donde los romanos perdieron unos 80.000 hombres.
Estas bajas, sumadas a la masacre que organizó Aníbal en sus incursiones en Italia en las Guerras Púnicas, más las guerras en Numidia, Macedonia y Grecia, y también las batallas apaciguadoras en Hispania, hacían que el ámbito militar de Roma decayera cada vez más por falta de soldados/ciudadanos. Ésta crisis no sólo se debía a falta de efectivos, sino también por otras múltiples razones:

-La ambición de Roma hacía que, las campañas fueran más lejanas y largas, sin posibilidad para los soldados para volver en invierno y retornar sus oficios (recordemos que el ejército aún no es profesional). La economía y productividad de la ciudad estaba muy afectada por esto, y la pobreza aumentaba cada vez más.

-La plebe, y sobretodo los llamados proletarios (“los que sólo tienen a sus hijos”), la gente más pobre de la capital que habita en su mayor parte en el Subura y el Aventino, se había revolucionado y conseguido varios derechos importantes. Entre ellos, tener representación en el Senado, una persona llamada Tribuno de la Plebe (que podía vetar una proposición de ley), el que los más faltos de dinero no tuviesen que pagar impuestos, comidas gratis a menudo...
En esta época de crisis económica, el Estado no se podía permitir invertir tanto dinero y alimento en los proletarios, con lo que hubo serias revueltas en la ciudad por parte de estos.
En estas condiciones, el Tribuno de la Plebe intenta de todas la maneras hacer una reforma de las leyes agrarias (que César cambió en su día) con el fin de tener más terrenos para el cultivo de alimentos, ya que la mayoría de estos campos eran propiedades de patricios y senadores que apenas visitaban y desaprovechaban mayormente. Como la reforma, se iba en contra de las propiedades de los senadores, rápidamente fue sofocado ese intento, con lo cual las revueltas y el descontento en la plebe aumenta.

En general Roma pasaba una mala época, una crisis que, como la que a nosotros nos afecta, cebándose en las clases obreras y no en la gente con bastante más capital.

Ahora que conocemos un poco la situación de la República, hablemos un poco sobre como llegó Mario a alcanzar el Consulado.

Como explicábamos antes, la plebe estaba más revolucionada, pedía más derechos. Y otra de las ventajas políticas que conquistaron fue el tener acceso al Senado (aparte del puesto de Tribuno de la Plebe) aun no siendo de familia patricia. A estas personas se les llamaba la nobilitas (nada que ver con el significado actual, que define más a los patricios).Aunque sí cumpliendo la condición de tener una gran extensión de terreno itálico (solo eran considerados dentro de esa clasificación los alrededores de la ciudad y regiones cercanas).
Para conseguir esto, una familia debía vender sus tierras, ya que todos los campos eran propiedad de alguna rama noble de la ciudad. Un gran golpe de suerte que tuvo Cayo Mario fue la decadencia también económica de los Sergios, de los cuales se agenció gran parte de sus terrenos. Por último, y para redondear su entrada al Senado, se casó con Julia, la tía de Julio César, entrando de lleno en la protección que ofrecía pertenecer a una familia importante como la Julia.

Os recuerdo que la semana que viene haremos la sesión de 14'30 a 16 horas en el Patronato.

jueves, octubre 23, 2008

El Ejército Romano I. Segunda sesión del Proyecto Alesia 2009

"Un ejército es el reflejo de una sociedad. Si ésta evoluciona, también lo harán sus tropas y su armamento"


Esta es una de las conclusiones a las que hemos llegado hoy miércoles, 22 de octubre, en la segunda sesión del Proyecto Alesia 2009. En el Salón de Actos del Museo L'Iber y de la mano de Alejandro Noguera, a quien agradecemos su dedicación y aportación, nos hemos introducido en la historia y evolución del ejército en Roma.
  1. Ciñéndonos a las etapas históricas de Roma desde el año 756, el año de la fundación de la ciudad (ad urbe conditia) hemos comenzado con la Monarquía (el poder -arque- de uno -mono-).
  • Es esta época de reyes etruscos, los hombres defendían su pueblo cuando era necesario, como si se tratase de una milicia, cada uno pagándose sus propias armas. La primera categoría eran los eques, los que podían pagarse y mantener un caballo. La segunda categoría era la infantería pesada, con un armamento muy parecido al de los hoplitas griegos. La tercera categoría era la infantería de linea con peor armamento. La cuarta la infantería ligera y la quinta la de los honderos y portadores de la jabalina. Buscando en las fuentes históricas hemos encontrado en Tito Livio (no era un contemporáneo y por eso hay que tratar la información con mucho miramiento) que el primer ejército romano del que tenemos constancia era de 3000 hombres, aportados a 1000 por tribu. Cada tribu tenía 10 curias, unidades de 100 hombres, el precedente de las centurias. Además, tenían 300 jinetes, 100 aportados por cada tribu.
  • El Rey Tarquinio Priso, allá por el siglo VII a.C. multiplica el ejército por dos, gracias al aumento demográfico de la ciudad, llegando a 6000 hombres más 600 jinetes. Ya no sólo la guerra es defensiva, también está la lucha por la preeminencia de la zona central de la península itálica y sus enemigos son sus propios vecinos: los Equos, los Volsgos, los Samnitas, etc.
  • Volvemos a las fuentes y leyendo ahora otro historiador, Dionisio de Halicarnaso, libro 4 párrafo 6, hemos observado que allá por el siglo V, el Rey Servio Tulio reforma el ejército volviendo a basarse en el censo, con otro importante aumento demográfico en la ciudad. Con el censo de sus habitantes en la mano, separa el ejército de nuevo en categorías. Una primera categoría se compone de 80 centurias armadas con escudo argólico o redondo, coraza, grebas y espadas. De estas 80 centurias, 40, la de los más jóvenes e impetuosos, se destinan a las campañas en el exterior y las otras 40, las de los más veteranos, se destinan a la defensa de la ciudad. La segunda clase compuesta por 20 centurias (10 para el exterior y 10 para la defensa de la ciudad compuestas bajo el mismo criterio de edad) están armadas igual, pero sin corazas y con unos escudos más curvos y baratos. Un tercera categoría de 20 centurias más (10 y 10) llevan armamento similar pero sin coraza ni grebas. Una cuarta categoría de 20 (también 10 y 10) que sólo llevan escudo, espada y lanza. Una quinta compuesta por jabalineros y honderos sin ningún otro complemento y una sexta categoría que ni luchaban, ni iban a la guerra ni tampoco pagaban impuestos, pero por supuesto, no participaban tampoco en ningún proceso político de la ciudad.
  • La caballería estará compuesta por 1800 caballeros de la más alta posición económica y por ende,social de Roma. Por eso los romanos no fueron nunca muy de caballería, la vida vale mucho más que el valor en la batalla para los que tienen mucho que perder a nivel económico.
  • Además estaban los componentes del ejército de respaldo y refuerzo, lo que hoy en día llamaríamos intendencia, los ocupados de hacer o reparar carros, armas, etc. Los carpinteros y los transmisores de señales también son muy importantes a pesar de no ser considerados combatientes.

En este punto hacemos un paréntesis para comentar el sistema de señales del ejército romano basado en las trompas y cuernos -burcinos-; los estandartes e insignias -vexila-; y los mensajeros, bien portadores de tablillas de cera o lo más frecuente, portadores del mensaje oral. Si tenemos en cuenta el tumulto, el ruido, el polvo, los nervioso y la falta de formación cultural de la mayoría de los miembros del ejército, comprenderemos porque esta última era la forma más habitual de comunicación en batalla del ejército romano.

Comentamos ahora también la importancia del centurión, el jefe de 100 hombres, en la batalla. Si tenemos en cuenta que era le mejor soldado de todos, que iba en primera linea siempre y que tenía que infundir valor a sus hombres en la batalla dando ejemplo, comprenderemos porque eran los que más morían en batalla y porque estaban tan bien valorados por los generales, que se cuidaban mucho de tratar de conocerlos y de ganarse su confianza. Una buena elección de centurión era de suma importancia para el control y la regulación interna del ejército y crucial en la batalla.

En esta época aparecen pues las clases, el precedente de la legión, y también los primeros nexos de unión entre el ejército y la religión, al ser citados en las fuentes los aurúspices, esa especie de adivino-sacerdote que sacrificaba animales y leía sus entrañas buscando signos favorables, o se fijaba en el vuelo de los pájaros, o obligaba a cortar un perro por la mitad y hacer pasar a todo el ejército entre sus partes despiezadas para evitar un mal augurio. (recomiendo el blog de mi compañero Salva, al único valenciano-etrusco al que he visto realizar una lectura de hígado en vivo y en directo mientras pronunciaba unas palabras que jamás olvidaré, precisamente por no entenderlas. Se llama El Cinturón de Hipólita, donde podréis encontrar mucha más información sobre el tema).

Tras el asesinato del último rey de Roma, Tarquinio el Soberbio, a manos de Marco Junio Bruto, un hombre al que por cometer un regicidio se le dedicó el mes de junio en su honor, se proclamó la República en el año 509 a.C. Se unificaron las armas, que pasaron a ser pagadas por el estado. Se dominó casi toda la península Itálica y el flujo de riquezas redundó en el aumento de materiales y beneficios para los ciudadanos y para los soldados, fiel reflejo de la sociedad republicana. Las Guerras Púnicas, contra la dominadora del Mediterráneo, Cartago, serán el próximo reto que tendrán que superar los ejércitos romanos, y para ello, mejorarán mucho su armamento y su organización.

  • El soldado republicano de las guerras púnicas usará el casco montefortino, semicircular-cónico con paragnatides, unas placas de metal a los dos lados de la cara que protegerán la cabeza y dejarán un mayor campo de visión que los cascos griegos. Calzará unas sandalias de cuero -caligae-, una cota de malla con anillas de hierro engarzadas entre sí, mucho más cómoda y que dota al soldado de mayor capacidad de movimientos que las antiguas corazas de procedencia griega, un escudo ovalado de placas de madera contrapuestas para dotarlo de mayor fortaleza y reforzado con cuero -scutum-, el pilum o lanza corta tan característica de los ejércitos romanos y que se lanzaba a unos 15 o 20 metros de distancia del enemigo y que se doblaba al clavarse en los escudos enemigos, dificultando así sus movimientos y causando muchas bajas. Y como arma fundamental, la gladius, una espada corta y tan manejable como resistente, con los laterales afilados y la punta mortífera, que permitía a los romanos hacer su corte favorito de abajo hacia arriba, buscando la femoral del enemigo. Después, copiando en parte la falcata íbera, adaptarán la gladius y la llamarán gladius hispaniensiis, mucho más resistente y efectiva. Y como ultimísimo recurso, el puñal corto o pugio.
  • La caballería usará el casco beocio y un escudo redondo mucho más pequeño.
  • Se añadirá a esta guerra el uso de las trirremes y las quinquerremes, ya que hay que hacer la guerra en el mar a los cartagineses. Los romanos, no muy marineros en sus orígenes, secuestran naves púnicas, las copian tal cual y sólo añaden una plataforma para el abordaje, el corvus, que ligaba y atenazaba el barco enemigo, permitiendo a los romanos luchar en el cuerpo a cuerpo, que era donde más a gusto se encontraban.
  • En el siglo III a.C. se crea la Legión. Cuatro tipos de soldados la forman: los velites, la infantería ligera que llevan una piel de lobo encima en homenaje a la loba capitolina, sin grebas, ni coraza, sólo gladius y scutum. Los hastati, guerreros de mediana edad con el equipamiento antes mencionado completo. Los princeps, los soldados más jovenes e impetuosos equipados completamente también y por último, los triarii, soldados de mayor edad, sin pilum pero con lanza. Estos formaban en última linea de batalla. Si la batalla llegaba hasta ellos, es que la batalla había sido muy duro, aunque la mayor parte de las veces, ni siquiera llegaba a los princeps y se quedaba resuelta sólo con la acción de los hastatii.
  • La legión romana constaba en esta época teóricamente de unos 5200 hombres. Se dividía en unas unidades llamadas manípulos, compuestas por 120 hombres más dos centuriones, dos portaestandartes y 40 no combatientes. Aquí no hemos contado a los opio, el mando inferior del ejército romano y que hoy en día equivaldría a un cabo.
  • Un ejército consular tenía dos legiones. Si cada cónsul tenía le suyo propio (en principio uno partía a campañas en el exterior y otro se quedaba a defender la ciudad, aunque la realidad luego fue bien distinta) el ejército romano republicano constaba de cuatro legiones, dos mandadas por el cónsul júnior y dos por el senior.

Y aquí nos quedamos. La semana que viene continuaremos con los detalles del ejército republicano. Nos acercamos a César y a sus tropas, nuestro objeto de estudio.

Hasta la semana que viene. Me duelen los dedos de tanto escribir...

P.D.- Por cierto Iván, este post va por ti, para que te recuperes pronto. Los chicos/as y yo te hemos echado de menos hoy. Una pequeña operación para un tío grande (de cuerpo, de mente y de corazón) no es nada.

¡Ánimo!

miércoles, octubre 01, 2008

Primera sesión del proyecto Alesia 2009

Hoy hemos comenzado con ilusión y fuerzas renovadas, los trabajos del proyecto Alesia 2009 en los locales de la fundación IVECO. A eso de las tres y media hemos accedido al salón de actos del Museo l'Iber con dos nuevas incorporaciones en nuestro equipo de trabajo, Juanjo Puente y Sandra Valverde, a quienes damos la bienvenida a este proyecto.
Al comenzar la sesión hemos presentado y esbozado a grandes rasgos cual será el trabajo a desarrollar este año, que concluiremos con la elaboración de la maqueta sobre la batalla de Alesia. Consistirá básicamente en elaborar la maqueta buscando la información en las fuentes y transmitiéndosela a los artesanos de L'Iber que plasmarán nuestra información en los soldados y en las maqueta. deberemos estudiar el texto de Julio César sobre Alesia que está en el libro VII de la Guerra de las Galias desde el capítulo LXIX hasta el capítulo LXXXIX, ambos inclusive que podéis leer traducidos si pincháis sobre el anterior link y buscáis el número de capítulo que os he indicado.
También hemos contado con la presencia de Alejandro Noguera, director de IVECO, que nos ha alentado en nuestro trabajo y nos ha mostrado, junto con Iván Dragoev, una maqueta similar en tamaño a la que nosotros haremos, la batalla de Gaugamela, la gran victoria de Alejandro Magno y que se celebró tal día como hoy hace 2339 años, es decir, el 1 de octubre del 331 a.C. y de la que también tenéis información si pincháis encima del nombre de la batalla. hemos visto la reconstrucción de la batalla aderezada con los comentarios de uno de los mayores expertos de la figura de Alejandro Magno de España y parte del extranjero. Es decir, hemos sido privilegiados. Es como si Ronaldinho nos diera clases particulares de toques de balón.
Y en ese momento, yo me he tenido que marchar (lo siento chicos/as, pero tenía que ir a la Facultad a mis clases de Doctorado).

Continuación del resumen de la sesión a cargo de Taj:

Después hemos vuelto a la sala, donde Iván nos ha estado explicando la finalidad de la reconstrucción de la batalla de Alesia. No solo sirve para aprendizaje de historia, sino para adentrarnos en el mundo de las humanidades, que como él mismo ha dicho, mucha gente piensa que es inútil, pero en tiempos de crisis como éstos, los trabajos humanitarios y sociales siempre son muy importantes.
Esto llevó a que nos preguntara cuales eran las obras sociales más características de los romanos. Nombramos el Coliseo (hablamos de la lucha de gladiadores y sus orígenes etruscos), las termas públicas, la Cloaca Máxima y los acueductos (estos tres últimos muy relacionados entre si), el campamento romano (usado principalmente para tener controlado al pueblo vecino, y posiblemente en el futuro crear una ciudad) y las vías romanas (que comunicaban Roma con susodichos campamentos, ciudades y regiones fuera de Roma).

La última obra pública que recordamos fue el Panteón, la “Casa de los Dioses”. Iván nos apremió a reflexionar sobre la diferencia de tolerancia entre las religiones monoteístas y politeístas.
Estuvimos charlando y decidimos que las religiones politeístas eran más tolerantes; y que esto se debía a que el centrarse en un único dios te causa rechazo hacia los demás (ha habido muchos conflictos y los hay con este tema, las cruzadas, la discriminación judía en época de Hitler…), mientras que pueblos politeístas como romanos o asirios si aceptaban a los demás dioses, alegando que las figuras religiosas eran parecidas, pero de distintos nombres y leyendas.
El hecho de que en el panteón romano hubiera estatuas de muchos dioses de pueblos conquistados (incluso se llegó a aceptar a la figura divinizada de Jesucristo dentro del Panteón en tiempos del cristianismo) refuerza esta hipótesis.

El tiempo pasó volando, y antes de irnos Iván mandó buscar un poco de información y pensar en la función de cada obra pública romana, y escribir 5 líneas mínimamente sobre cada una.

¡Hasta la próxima sesión!