- Omite la verdad.
- Cambia los hechos.
- Jura en exceso.
Por eso en los juramentos judiciales, ante el juez se promete o se jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Cuanto más aditivos a la misma, cuantos más detalles, cuantas más explicaciones, mas cerca se está de la mentira. Y la omisión es la peor de las mentiras, una media verdad. También intentamos que aprendieran a dirimir entre lo verídico y lo verosimil en el texto de César y en sus propias historias.
Si tenemos en cuenta que el objetivo de César al escribir los Comentarios a la Guerra de las Galias es informar al Senado y al Pueblo de Roma de sus avances en la guerra, es decir, publicitar su campaña. También lo comparamos esta información con la actual de los informativos de TV, donde una tercera parte habla de futbol, otra tercera parte de la noticia del día y quedan entre cinco y diez minutos para todo lo demás. Se intentas a veces desviar la atención de lo realmente importante, maquillar la realidad. En el caso de César y partiendo de la base que es la única fuiente de información que nos queda, aún es más evidente este maquillaje de la realidad.
¿La verdad existe en si misma? No puede. La verdad se constituye y se refleja en la palabra al momento de contarlo. O en palabras de Iván, la Verdad establece una jerarquía entre lo importante y lo no importante. La verdad vive en el discurso, en las palabras y creo que es real dependiendo del grado de verosimilitud, si se cuenta como algo relevante y con sentido.
Es un horizonte constituido por los discursos que se intercambian en una sociedad. NO todo vale. Debe entrar dentro de las pautas marcadas por el sentido común, el sentido de todos.
Tras estas diatribas filosóficas, pasó la sesión. La semana que viene volveremos a analizar el texto desde un nuevo punto de vista, tratando de hacer hincapié de nuevo en las tribus y los números de soldados, haciendo una lista mucho más detallada y aportando datos que trataremos de reflejar en este blog.
Hasta la semana que viene.