Los galos fortificaban sus ciudades para protegerse. Su ubicación solía elegirse por determinadas características donde premiaba la ventaja defensiva. Presencia de agua y un lugar elevado, eran los principales condicionantes. Más que una ciudad era como un fuerte, un lugar de refugio ante el peligro, amurallado. Los romanos le llamaban
oppidum a este tipo de ciudades galas situadas arriba de una pequeña altiplanicie. Sus ciudades más famosas eran
Gergovia y por supuesto,
Alesia. (podéis ver un vídeo de la reconstrucción por ordenador de la batalla si pincháis en el nombre de Alesia).
Tenemos descripciones de sus fortificaciones en la obra de César. Éste describe sus murallas y las llama murus gallicus. Entre dos capas de piedra tallada, se colocan unos troncos entrelazados, y para llenar los huecos y hacerlas mucho más resistentes, lo llenan todo de piedras y tierra, formando una masa compacta y muy resistente a las minas y a las catapultas.
El guerrero celta decoraba su espada y trataba de tener la mejor arma posible, pues eso indicaba su estatus social, así como su escudo. Eran valientes y temerarios. Solían luchar desnudos, sin protección muchas veces y con tatuajes azules en la piel. Eran altos y corpulentos, rubios de 1'75 metros de altura aproximadamente, con barbas y bigotes, pelo largo, trenzas, piel blanca, ojos azules, algunos de ellos pelirrojos. Si pensamos que los romanos eran morenos y de 1'50 de altura más o menos, los galos les debía parecer unos temibles guerreros.
La base del ejército era la infantería, pues despreciaban el combate a distancia. La infantería estaba compuesta por agricultores y artesanos que se pagaban su propio armamento y estaba respaldados por la caballería, que la componían los ricos terratenientes que se podían pagar el mantenimiento de un caballo.
Su ropa era multicolor y vestían pantalones o tartán con los colores propios de su tribu. También túnicas de manga larga y capa, con un cinturón de metal ancho que les protegía el vientre. Al cuello levaban un torque, que dependiendo de la riqueza de su material y de su elaboración, también era un símbolo de rango y de grandeza. Además en la batalla, le daban la vuelta y servía para evitar que te degollaran.
Los más ricos iban en carros a la batalla pero, para luchar, se bajaban de los mismos. Sus armas las podemos catalogar en defensivas (el casco decorado con plumas y cuernos, una cota de malla o coraza aunque no era muy habitual, un escudo redondo con pieza y ribete de metal alrededor para ser más resistente a los golpes. Para atacar, utilizaban una espada larga con las que daban golpes de tallo, manteniendo a mayor distancia al enemigo.
Estrabón describe a los galos muy detalladamente, aunque es posterior a César. Según Estrabón "los galos están locamente enamorados de la guerra". Son muy beligerantes. Tenían la costumbre de cortar la cabeza a los enemigos abatidos y las llevaban colgadas de sus caballos o carros. Al secarse, las colgaban en su casa, en el panteón familiar.
Cuando los galos se disponían para la batalla, chocaban sus armas contra los escudos armando un buen barullo, chillaban, insultaban al enemigo, enseñaban sus partes nobles mofándose de los demás y de repente, sonaba las trompetas, lanzaban su grito de guerra y se lanzaban a la batalla sin ninguna táctica. mantenían las filas pero no habían ejércitos en retaguardia ni relevos en el frente ni nada similar. Un galo no concebía estar mirando mientras los demás estaban luchando. Para ellos la lucha era una cuestión de honor e incluso a veces, la luchar entre si, dirimían sus disputas con una lucha entre los campeones de cada tribu., pero a los romanos eso no les valía.
Ya conocemos algo más de los galos y mucho de los romanos. Ahora nos toca enfrentarnos al texto de César y desgranarlo, buscar información variada sobre la batalla y la guerra, elegir soldaditos, elegir perspectiva de la batalla y muchas otras cosas. Esperemos que ahora si, por fin, comience nuestro trabajo documental de verdad.
Para finalizar os dejó un par de enlaces de video en los que de forma muy breve, se ven unas imágenes muy interesantes de los galos y/o celtas:
Hasta pronto.